EULEN Servicios Sociosanitarios y la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA), han dado a conocer la «Guía Alzheimer 2019 de Comunicación y Conducta. Consejos para familiares».
La publicación incluye consejos de comunicación, alteraciones de conducta, actividades de la vida diaria, seguridad en el domicilio y de estimulación física y mental. Por ejemplo:
- En comunicación es necesario estar calmado/a, mirar a los ojos mientras hablamos y expresar cariño y seguridad, así como acercarnos, hablar más despacio y frases algo más cortas.
Ahora bien, debemos tratar siempre al paciente como un adulto, incluirle en las conversaciones, mantener una postura del cuerpo relajada y siempre sonreír. - Para evitar problemas, es necesario reaccionar y reforzar las conductas positivas. Ante respuestas negativas, no hay que reaccionar y desviar su atención con algo que le guste. Asimismo, hay que evitar las situaciones o temas que generen una reacción negativa en la persona. Mantener la calma, transmitir cariño y confianza.
Para mantener la mayor independencia en las actividades de la vida diaria,
ir ayudando poco a poco, siguiendo los siguientes pasos:
1. Dejar que haga solo/a la actividad.
2. Supervisar que la haga.
3. Cuando se le olvide hacerla, recordárselo.
4. Cuando no pueda hacerla, darle las instrucciones, paso a paso,
de cómo hacerla.
5. O bien dar ayuda parcial.
6. Finalmente ayudarle completamente en esa actividad.
Si quieres consultar la Guía Alzhéimer sobre comunicación y conducta para familiares, puedes descargarla aquí.
1 comentario en «Guía Alzhéimer sobre comunicación y conducta para familiares: «La enfermedad del cerebro que se trata con el corazón»»
Código Alzheimer ESPAÑA, la demencia tipo Alzheimer necesita el diseño, desarrollo, organización para la gestión de herramientas cognitivo conductuales, que faciliten la correcta aplicación de estrategias de gestión, que permitan «acercar» soluciones o co-crear alternativas a lo que muchas veces ya no tiene solución, para responder de forma ágil a cambiantes necesidades que aparecerán a lo largo de la evolución de esta compleja enfermedad. Otro aspecto que deben saber es que esta enfermedad se caracteriza por la complejidad y la fragilidad acumulada, a lo que se suma la incertidumbre constante a los miedos asociados al desconocimiento, para administrar cuidados como cuidador improvisado, que debuta de forma obligada a brindar cuidados de larga duración que no sabe gestionar. Donde los deseos volatilizan las certezas y co-crea múltiples incertidumbres, que contribuye ha aumentar la sobrecarga del cuidador principal de enfermos con Alzheimer. Donde la respuesta más eficaz es encontrar nuevas formas de comunicación para gestión de las emociones y el aprendizaje de lo que la enfermedad le hace al enfermo y cómo éste enfermo enfrenta daños causados por esta enfermedad en su memoria, que compromete progresivamente su autonomía personal, lo que afecta tiene un efecto dominó en la familia, al cuidador principal y los cuidadores profesionales del sector socio-sanitario (1).
Como médico geronto-geriatra clínico consideró que cualquier tipo de intervención en la demencia tipo Alzheimer, se deberá hacer a través de un nuevo enfoque, para co-crear «soluciones» o alternativas a lo que ya sabemos que no tiene solución, adaptando estás alternativa a las necesidades que presentan este tipo enfermos. En cuyo escenario la familia es otra de las víctimas de esta compleja enfermedad. Al cual se suma el cuidador principal, que es el que debe gestionar lo que no sabe hacer en tiempos de vejez sin fronteras. Este contexto y escenario se lo debe abordar a través de un Programa de Apoyo Estructurado de seguimiento y evaluación. Cuyo eje principal es la coordinación entre los sistemas de apoyo, con el objetivo general de integrar al enfermo a la vida familiar y comunitaria, con el objetivo específico de co-crear bienestar y calidad de vida, para el enfermo y el cuidador principal en tiempos de pobreza sin fronteras (1).
El cual tiene como objetivo general dar respuesta a necesidades cambiantes, tanto para el enfermo, como también a los cuidadores informales y profesionales. Cuyo objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los enfermos con Alzheimer y los cuidadores familiares, gestionando la complejidad acumulada a lo largo del proceso vital. Con un enfoque-visión integrado, integral e integradora que beneficie a todas las edades, ya que esta enfermedad genera distintos grados de discapacidad intelectual (DI) y funcional a lo largo del proceso de esta enfermedad. Cuyo abordaje debe incluir herramientas que nos permitan co-crear ambientes terapéuticos con un enfoque bio-psico-social-funcional, sin olvidar la estructura vivencial significante entre la familia cuidadora y el enfermo/a. Mi mejor herramienta es el conocimiento del proceso de la enfermedad, la escucha activa, el sentir compasión humanística, gestión de las emociones a través de la carga de empatía saludable (2).
Teniendo encuenta la importancia que tiene el enfermo, su experiencia vital, la enfermedad, a través de intervenciones No Farmacológicas (INF), las que irán adquiriendo un protagonismo por los resultados que producen, para mejorar la calidad de vida del enfermo y la familia. Dentro de un marco conceptual terapéutico creativo e innovador. En este escenario la exposición acumulada total en el tiempo (7 años) como también la dosis (medias-elevadas) de determinados fármacos, que asociado aumenta el riesgo real de dañar más una memoria ya deteriorada, pero no necesariamente puede ser la causa, sino un nuevo FR a tener encuenta en la demencia tipo Alzheimer. Lo cual nos permitirá visualizar las capacidades remanentes conservadas y su interacción con la historia relacional del enfermo y su grupo familiar significante para el enfermo/a con esta enfermedad.
El abordaje sistémico y estructurado de esta patología debe tener en cuanta las relaciones vinculantes, como la madurez filial familiar, que nos permite integrar diversos sistemas (familiar, sanitarios y sociales) y las interacciones que se co-crean de forma (+/-) estos sistemas que contribuyen de forma (+/-) en el proceso de evolución de esta enfermedad. Donde las intervenciones de forma transdisciplinarias nos debe permitir evaluar las conductas, la familia, al enfermo y la enfermedad, desde una posición de actor privilegiado de intervención. Debo destacar la figura del médico gerontólogo clínico y social como observador, gestor y protagonista de los patrones de relación redundantes entre familia-enfermo-cuidador.
(1) Carlos Gil Galvez, Master universitario en Gerontologia Clínica y Social, Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina. Experto en demencias y demencia tipo Alzheimer, Universidad De Salamanca (USAL), España.
(2) Posted by Carlos Gil Galvez, director médico de la RED LATINOAMERICANA DE GERONTOLOGÍA CLÍNICA Y SOCIAL.
Posted by Carlos Gil Galvez, gerontólogo intervencionista y director médico de la RED LATINOAMERICANA DE GERONTOLOGÍA CLÍNICA Y SOCIAL.