Según la OMS, 1 de cada 4 personas podría sufrir un trastorno mental a lo largo de su vida.
Encaramos este año el Día Mundial de la Salud Mental en un momento de nuestras vidas donde los efectos de la pandemia del coronavirus han hecho que necesitemos, más que nunca, prestarle especial atención a nuestro bienestar mental.
Los trastornos mentales se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Pero a pesar de su incidencia en la sociedad de hoy en día, es una de las áreas más olvidadas por los sistemas de salud públicos.

¿A quién le puede afectar?
Todos estamos sujetos a padecer una enfermedad mental. No obstante, hay personas o grupos que tienen un riesgo más elevado.
Los trastornos mentales pueden estar originados por características individuales:
- Psicológicas: comportamientos e interacciones con los demás, capacidad para gestionar nuestros pensamientos, emociones, etc.
- Biológicas: factores genéticos que predisponen a determinadas enfermedades o factores ligados al género.
Otras causas provienen de factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales.
La salud mental en la adolescencia
La mitad de la población que desarrollará un trastorno mental presentará síntomas antes de los 14 años.
La adolescencia es una etapa de nuestras vidas que comprende desde los 10 hasta los 19 años. Se caracteriza por los múltiples cambios físicos, emocionales y sociales que se dan en este periodo y que pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental.
Algunos factores de riesgo para desarrollar un trastorno mental en la adolescencia:
- La presión por amoldarse a un grupo de compañeros
- Las imposiciones de género
- El estar sometido al acoso físico o a través de las nuevas tecnologías
- La violencia sexual
- Vivir en un lugar en el que hay inestabilidad
- Padecer enfermedades crónicas
- Sufrir un trastorno del espectro autista
- Tener discapacidad intelectual
Estas situaciones pueden llevar a padecer alguno de los trastornos emocionales más comunes en esta etapa, como son: la depresión y la ansiedad. En el peor de los casos, pueden derivar en el suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, y la tercera en jóvenes de 15 a 19.
Otros trastornos comunes en la adolescencia son los trastornos alimentarios,el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la psicosis, conductas de riesgo, entre otras.
La OMS determina que entre el 10% y el 20% de los adolescentes experimentan trastornos mentales, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan.
Así mismo, alerta que una detección y tratamiento tempranos, es crucial para revertir estos trastornos.
Algunas pautas para conseguir bienestar mental
- Adoptar pautas de sueño saludables
- Hacer ejercicio con regularidad
- Desarrollar habilidades para mantener relaciones interpersonales
- Aprender a gestionar las emociones
- Contar con un entorno favorable en la familia, la escuela y la comunidad en general